lunes, 20 de mayo de 2013

Observa.

Cuando vas andando por la calle, estás sentada en un bar, o estás plantada en medio de la ciudad, y observas ¿no sientes el inmenso vacío? Cuando una habitación está llena de gente y tú te limitas a observar ¿no piensas en lo poco que se suele mirar? Mirar con atención.
 La misma fachada con la que cruzas la mirada cada día ¿alguna vez la has visto realmente? Eso pasa con la gente, que se mira por mirar, pero no se ven.
Kraser. "La mirada que nos cambia"

lunes, 8 de abril de 2013

Tiempo.

Hay ocasiones en la vida que se junta todo el jaleo y parece ser que el último año ha decidido ser una de esas ocasiones. 
Últimamente siento más la necesidad de escribir y de dibujar, lo echo de menos, además de leer y actuar. Parecerá mucho, pero siempre he disfrutado de estas cosas y algunas más.
Casi todo mi tiempo se va en el transporte. Maldito, y bendito a la vez, transporte público de Madrid.
Por eso, si alguien está trabajando en una máquina de la que se pueda obtener más tiempo, yo invierto en ella, aunque claro, esto siempre ha sido una de las mayores preocupaciones de la gente; el tiempo. Cierras los ojos un segundo y al abrirlos ya ha pasado ese momento, irrepetible e irrecuperable. Por eso, estés haciendo lo que estés haciendo hay que aprovechar ese instante, saborear la vida (aunque estés en un atasco entrando en Madrid).


PSD.

domingo, 24 de febrero de 2013

Reseña "Aplaudan al salir"


Nos encontramos ante la primera novela metaliteraria de un autor que está comenzando a ser reconocido. Es una novela con la que pretende reflejar de cierta manera la realidad de cada uno y la realidad por sí sola. Son los actos de los seres humanos que hasta cierto punto pasan desapercibidos a los mismos por pura cotidianidad que si se ven desde fuera pueden llegar a impactar tanto.
Como ya se ha comentado, esta es su primera novela publicada, a pesar de que ha publicado en anteriores ocasiones cuentos y relatos en diversas antologías como; Antología Z vol.6 Todos los santos (Dolmen, 2012), Calabazas en el Trastero: Empresas (Saco de Huesos, 2012), Cryptonomikon 4 (2011), Apenas unos minutos (2007), Cartílagos de Tiburón (2005), Antología de narrativa contemporánea (Buenos Aires, 2005), El día en que nos dimos cuenta de todo (2004) y Leí el diario de un extrano (2003), además de haber publicado en diversas revistas especializadas.
En esta novela encontramos a un personaje, Sergio, del que vamos a ir observando su transformación según la realidad que él conoce va mostrándole su verdadero rostro, un rostro monótono, aburrido, viejo, roto, un rostro de papel y cartón. Además hace continuas alusiones a la obra de teatro “Esperando a Godot” de S. Beckett.
Sergio se encuentra perdido en su propia realidad. Comienzan a sucederle pequeñas desgracias en su ya perfecta vida (pues él piensa que lo ha conseguido todo en la vida y no puede aspirar a más) que van minando su cordura hasta el extremo de tener que visitar a diversos psicólogos que acabarán por dictaminarle que al haber cumplido sus metas y conformarse con ellas pierde el sentido de su vida.
Lo que acaba transformándole son, como ya se ha dicho, las desgracias que le ocurren, como por ejemplo que todo lo que le rodea, aunque esté nuevo, acaba rompiéndose o dejando de funcionar en sus manos, así como que empieza a percatarse del extraño comportamiento de las personas que le rodean.
Sus amigos no hacen más que repetir las mismas conversaciones de siempre, los mismo temas.
El espectáculo prosiguió para los demás. Luis, ignorando la expresión resignada de Sergio ante el carrusel interminable que se presentaba ante sus ojos, habló a toda velocidad de él mismo, de sus líos con las mujeres, de lo poco que había dormido, de la televisión, del trabajo, de que Sergio debería tomarse las cosas con más tranquilidad, como hacía él; mencionó incluso la necesidad de buscarse una amante. Se rió al decir esto y le dio otra fuerte palmada en el hombro. Sergio se desequilibró con el golpe, observó a Luis y a los otros, y empezó a sentir pánico. Pensaba que, efectivamente, era como la interminable representación de la misma obra. Y él estaba en medio. Los miró uno por uno. <<Fanfarrón, tonta, tímida, gracioso>>, pensó. Luis seguía hablando, Laura también, Raquel permanecía en silencio en el rincón y Aldo, murmurando con aquel tono tan depresivo y agobiante. <<Sí, son todo eso>>, pensó, y después se dijo: <<¿Y yo qué soy?>>. Se puso de pie. Cómo no tener miedo.”
Su mujer, María, tiene el increíble talento de que todo le haga feliz o no le de importancia. En un momento de la obra le anuncia, sonriente que le han robado el coche.
Aquí tenemos un ejemplo de cómo actúa su mujer. Se trata de un personaje plano que actúa acorde con como debe actuar alguien que interprete ese papel, es como si sólo tuviera desarrollada esa faceta y no fuera una persona real;
- Seguramente esto es lo que se llama volverse loco – le dijo a María -. Al menos es un cambio. Incluso un avance.
-Si estás loco, entonces hay que llevarte al psiquiatra.
-Pues sí. -Se rió, sin pensar siquiera lo que decía -. Supongo que es obvio.
-Vale, pues mañana busco uno -contestó ella, y volvió a ver la televisión.” (p.72)
Cuando él le cuenta las cosas horribles que le ocurren diariamente ella siempre responde con un <<Son cosas que pasan>> y continúa felizmente haciendo lo que estuviera haciendo en ese momento.
Además sus padres se comportan como si él no existiese y observamos la diferencia de cuando Sergio habla del recuerdo que tiene de sus padres, de su casa familiar, que siempre le resulta acogedora, a cuando aparecen por primera vez en la obra, que le procuran ignorar y hacen como si no estuviese.
Se pueden hacer lecturas paralelas de esta obra, ya que tiene diversas interpretaciones. Puede ser que en realidad sea una obra de teatro ya que hay unos capítulos llamados “Entre Bambalinas” donde los personajes comentan su actuación y aparecen representados como “Actores” (Actor 1, Actor 2). En este caso, la obra sería como si los personajes estuvieran actuando en directo y cuando uno de ellos se sale del guión los demás hacen como si continuara con el diálogo establecido. Otra interpretación, que parece más correcta, es que es una metáfora de la vida, de la realidad, donde Sergio representa a cada uno de nosotros y el escenario en el que se mueve (la obra en sí) fuese su propia psicología que poco a poco se va desmoronando literalmente, ya que el escenario en el que aparece se va degradando a la ruina.
El personaje de Aldo es también muy interesante, ya que, como Sergio, parece “despertarse” en mitad de la obra y darse cuenta de que todo lo que le rodea es repetitivo y falso, además es muy curioso que cada vez que habla es absolutamente ignorado y él se percata de todo eso. Tiene arrebatos de cólera, desesperación y ansiedad a lo largo de la obra, sobre todo en el bar en el que se reúnen, donde suceden diversos de estos episodios, que, en una situación normal llamarían la atención de cualquier persona que hubiese en la sala pero que, sin embargo, pasan totalmente desapercibidos para sus amigos y el resto de la gente. Estas situaciones resultan muy frustrantes incluso para el lector.
El estilo de la obra puede resultar sencillo si no fuera por la complejidad de la filosofía que transmite en sus metáforas. Hace estar constantemente atento a lo que se está leyendo ya que en cualquier momento se pasa de una situación normal, al pensamiento de Sergio, a un recuerdo, o a otra escena distinta dentro de la misma escena. Esto es debido, también, a que se trata de un narrador focalizador, que salta de un personaje a otro sin que el lector se de apenas cuenta. Esta es una técnica difícil, que, para que esté correctamente expresada hay que tener mucho cuidado.
Está escrito en un lenguaje que varía desde lo culto hasta lo coloquial e incluso en ocasiones, lo vulgar, dependiendo si está hablando un personaje o si se trata del narrador.
Esta obra hace plantearse que la vida es como una obra de teatro, en la que cada uno ha de interpretar su papel, sin salirse de lo que se espera en cada momento, así la función podrá terminar con una gran ovación final.

PSD.

sábado, 9 de febrero de 2013

Como siempre.

Me odio a veces por decir que voy a hacer algo y luego siempre lo dejo... Pero de verdad que no se cómo he podido respirar estos meses. He estado casi siempre hasta arriba y los pocos momentos que he tenido libres no me ha apetecido hacer nada, sólo relajarme viendo alguna película o serie o leyendo algún libro.
Porque, veréis, sentirse culpable por no hacer nada en el trayecto del autobús es ya demasiado...
En fin, que tengo muchas ideas, pero estoy intentando organizar mi cabeza.
Creo que necesitaría un tiempo para pensar en mi, ya que a lo largo de mi vida no es que lo haya hecho demasiado.
Necesito una temporada en la que pensar cómo encontrar el tiempo para hacer todo lo que quiero sin sentirme mal por no hacer mis propias cosas... Me estoy explicando fatal, lo sé, yo me entiendo. Simplemente necesito poder confiar en mi misma para poder confiar en los demás... Pero he cambiado desde hace algunos meses y tengo la sensación de que ahora mismo no sé quién soy, no me conozco.
Ahora mismo, por ejemplo, tengo la cabeza tan embotada que no sé qué pensar, simplemente me estoy dejando llevar y a la larga puede llegar a perjudicarme. Y, sinceramente, no sé por qué estoy escribiendo esto aquí, necesitaría decirlo y ya. Excusas baratas por doquier.
Pronto subiré una reseña del libro "Aplaudan al salir" de Daniel P. Espinosa, una novela que recomiendo mucho y cuando termine "El Alquimista" de Paulo Coelho, que ya me queda poquito, también subiré una reseña. Estoy adelantando los hechos para ver si así, por lo menos por vergüenza, cumplo las promesas que me hago haciéndoselas a alguien más. 
Por hoy me despido, ha sido un placer desahogarme y plasmar mis planes aquí, para cuando los vuelva a leer me diga ¡¡LO HAS VUELTO A HACER!! y me odie otra vez, jaja.

Buenas noches.
P.

lunes, 12 de noviembre de 2012

¡COMIENZO!

Intentando reorganizar mi vida para que me de tiempo a hacer todo lo que quiero. Comienzo este nuevo blog, que ya llevaba existiendo una temporada pero que no había sido estrenado. Espero de verdad, de todo corazón, no acabar dejándolo plantado, como desgraciadamente me pasó con mi anterior blog. Como estoy participando en otro blog con más gente éste quizá vaya a ser más personal (supongo, jaja) y de verdad espero darle buen uso. Me estoy viendo a mí misma dentro de un año observando este blog también abandonado, ay, espero que no. Dadme ánimos. 
De momento no digo nada más, pero espero que me leáis pronto.
:)
Patti